Sustituir piezas del coche

Por muchos cuidados que se le den al coche hay ciertas partes que normalmente se deterioran más rápido que el resto, por lo que es necesario cada cierto tiempo revisarlas o cambiarlas a la par con otra pieza con la que trabaje en conjunto. Esto suele ocurrir debido al esfuerzo al que es sometido el repuesto, malos usos o por el material del que están hechos.

Sustitución de piezas

Filtros del aire acondicionado: frecuentemente se reemplazan alrededor de cada 15.000 km, o una vez por año, si no sabe con exactitud cuánto tiempo ha transcurrido desde la última vez. Si no se hace es probable que aparezcan otras fallas de mayor importancia.

Iluminación: aunque algunas lámparas duran aproximadamente 100.000 kilómetros, su revisión debería ser al completarse la mitad de dicho kilometraje o también puede hacerse cada dos años. Sin embargo, hay quienes tardan más tiempo en cambiarlas; en su lugar, las pulen si hay opacidad y las reemplazan cuando el daño es extremo, pero ello podría resultar perjudicial al entorpecer la visibilidad por falta de luz.

Aire acondicionado: cada dos años es lo recomendado; no obstante, cuando comienza a fallar con darle una recarga de gas tal vez sea suficiente para corregirlo.

Bujías: el reemplazo dependerá de diferentes factores, como el tipo de combustible que se utiliza, de las características particulares de las bujías y de la manera en la que se tenga acostumbrado conducir.

Batería: en buen estado es posible que alcance los cinco años, más esto varía de acuerdo al uso que se le dé al coche; un ejemplo de acortar su vida es arrancar el vehículo muy en frío.

Frenos: deben revisarse de manera regular, en especial los que están en el área delantera por presentar mayor desgaste en comparación con los que están en la parte trasera. Asimismo, es conveniente chequear las pastillas por ser el elemento más sensible del sistema.

Filtros de motor: el del aire se aconseja revisarlo cada 10.000 km y amerita cambio alrededor de cada 20.000 km, mientras que el del aceite es preferible sustituirlo conjuntamente con el lubricante según las especificaciones del fabricante. En el caso de los motores diésel el del combustible se ha de reemplazar cada 40.000 kilómetros o cada dos años (lo que ocurra primero).

Amortiguadores: su revisión se recomienda cada 20.000 km, y al cambiarse siempre debe hacerse de dos en dos o todos al mismo tiempo.

Aun teniendo en cuenta todas estas consideraciones se pueden presentar fallas en estos componentes u otros y causar daños de mayor magnitud.  Por ello, es preferible estar al día con el mantenimiento y las revisiones. Por suerte, algunas piezas pueden reemplazarse con los recambios de coches para despiece. Son fáciles de conseguir online y son accesibles a cualquier presupuesto.